Artículos para Pacientes. Dr. Pablo Corral

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Mar del Plata, Argentina
Dr. Pablo Corral. Especialista Jerarquizado Clínica Médica. www.icm-mdp.com

jueves, 7 de febrero de 2013

Trombosis y viajes; Síndrome de la clase turista



Síndrome de la clase turista

CONCEPTO
La trombosis venosa profunda (TVP) de las extremidades inferiores es una enfermedad frecuente y grave. Es el origen de la gran mayoría de los casos de embolia pulmonar, de modo que hoy en día se considera que la TVP y la embolia pulmonar son dos aspectos de una misma enfermedad: la enfermedad tromboembólica venosa. La TVP de las extremidades superiores es, en cambio, una entidad menos frecuente, si bien la utilización cada vez más generalizada de catéteres venosos centrales hace que aumente cada vez más su incidencia. 
En ambos casos se produce una trombosis en el interior de las venas del sistema profundo de la extremidad. La evolución espontánea puede ser hacia la autodisolución (por los mecanismos de fibrinólisis fisiológica), hacia la extensión del trombo, ya sea proximal o distalmente, y/o hacia la fragmentación del trombo. En este caso, el fragmento desprendido (el émbolo) seguirá su cauce hasta alojarse finalmente en la circulación arterial pulmonar. Esto es lo que se conoce como embolia pulmonar. De todos modos, con independencia de que se produzca o no la embolia, la trombosis provoca siempre desestructuración y pérdida de función del aparato valvular de las venas. En consecuencia, muchos de los pacientes desarrollan, años después, signos de insuficiencia venosa profunda. 
Si se tiene en cuenta que la embolia pulmonar es la causa directa de muerte de casi el 10% de los pacientes que fallecen en un hospital y que la insuficiencia venosa profunda es una enfermedad crónica que puede llegar a imposibilitar que el paciente lleve una vida activa, es fácil comprender que la TVP es, a la vez, una enfermedad grave y frecuente. 
Si usted realiza pequeñas caminatas sin dejar muchas horas en reposo sus miembros, por ejemplo, dar 15 ó 20 pasos cada 45 minutos o cada hora; disminuye sustancialmente el riesgo de que se formen trombos en sus venas por “estasis sanguinea” (detención o disminución de la velocidad de circulación en las venas).
La OMS aconseja no viajar con ropa ajustada tampoco.
Cuando se realizan viajes por cualquier vía posible, avión, autobuses, automóvil, etc., los pasajeron deben pasar varias horas de inmovilidad de los músculos de los miembros inferiores, que son los de mayor importancia para movilizar el torrente sanguineo desde las venas hacia arriba; en contra de la gravedad, para devolverla a la circulación venosa general através de las venas cavas.
Esta “estasis” que se produce en las venas, aumenta dos veces más riesgo de sufrir una trombosis, según ha constatado la Organización Mundial de la Salud (OMS). 
Sin embargo, también señala que el riesgo absoluto de padecer este llamado síndrome de la clase turista es bajo, ya que afecta a una de cada 6.000 personas.

Se realizó una investigación, cuyo proyecto se denominó ‘Proyecto sobre los peligros globales de viajar’, donde se concluyó que a partir de las cuatro horas se duplica el riesgo de sufrir una trombosis venosa profunda o bien una embolia pulmonar (TEPA). 
Luego de arribar a los lugares correspondientes, los pasajeros no quedan a salvo de sufrir la patología, ya que el mismo se mantiene hasta por lo menos 4 semanas posteriores al viaje.
Otros factores que incrementan las posibilidades de sufrir el síndrome de clase turista son la obesidad, la estatura (ser muy alto –más de 1,90 metros- o bajito –menos de 1,60-), el consumo de anticonceptivos orales y trastornos sanguíneos que hagan que la persona sea más propensa a los coágulos.

A moverse
Los estudios también develaron que no varía el riesgo de acuerdo al medio de transporte que se utilice, siendo la variable mas importante el “tiempo” que dura el viaje, osea las horas que el paciente está sentado sin mover sus piernas.
Se están tratando de encontrar medidas preventivas eficaces para disminuír este riesgo, pero mientras esto sucede, se conoce que la única manera por el momento de prevenir estas complicaciones son mejorar la circulación sanguinea, ejercitando los músculos de la pantorrilla con sencillos movimientos de los pies hacia arriba y hacia abajo.
También recomiendan que se viaje con ropa cómoda y que no sea ajustada y afirman que con un pequeño paseo cada cierto tiempo, el riesgo de sufrir trombos desaparece.
“Se deben aplicar políticas destinadas a informar a los pasajeros de qué s e trata esta enfermedad y cómo evitarla”, esto aconseja la OMS.





Grupos de riesgo
  • Personas con edad superior a 60 años
  • Personas con antecedentes de trombosis
  • Personas con sobrepeso
  • Mujeres embarazadas
  • Personas que padecen una enfermedad maligna
  • Mujeres fumadoras que toman anticonceptivos
  • Personas que han sido sometidas recientemente a una operación
  • Personas con problemas graves de coagulación

Consejos para prevenir una trombosis
Las medias de compresión  pueden reducir considerablemente el riesgo de retención de líquidos en las piernas. En el caso de los grupos de riesgo, es conveniente utilizar unas medias a medida.

Intente permanecer físicamente activo durante el vuelo.

Consuma abundante líquido durante el vuelo. Esto le permitirá compensar la deshidratación ocasionada por el ambiente seco que se respira en el interior de la cabina.

Reduzca al mínimo el consumo de bebidas alcohólicas y absténgase de ingerir somníferos y tranquilizantes.

En conveniente que las personas más propensas consulten a su médico habitual antes de iniciar el viaje. En algunos casos puede requerirse la administración de un medicamento determinado para prevenir la formación de coágulos.

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