Artículos para Pacientes. Dr. Pablo Corral

Mi foto
Mar del Plata, Argentina
Dr. Pablo Corral. Especialista Jerarquizado Clínica Médica. www.icm-mdp.com

martes, 5 de febrero de 2013

La importancia del “colesterol bueno”



         La importancia del “colesterol bueno”
El protagonismo del colesterol dentro de las afecciones cardiovasculares es un hecho indiscutible y ampliamente conocido. Pero no ocurre otro tanto con una de las formas en las que se puede presentar en la circulación sanguínea.
Hablamos específicamente de la forma que se denomina HDL (siglas en inglés de lipoproteínas de alta densidad) o “colesterol bueno”.
El HDL –colesterol
El colesterol que viaja en las partículas de HDL se denomina colesterol-HDL (que es la denominación que Ud. habrá visto en los resultados de análisis clínicos solicitados oportunamente por su médico). Es la forma en la cual el colesterol es removido de la circulación y por ello se considera que tiene una función protectora respecto al riesgo de que se deposite en las paredes internas de las arterias, iniciando el proceso conocido como aterosclerosis.
Si bien los estudios de todo el mundo no han podido determinar aún con exactitud el mecanismo por el cual el colesterol ligado a HDL reduce el riesgo cardíaco, entidades de expertos que se reúnen periódicamente para tratar estos temas, como es el caso del grupo NCEP, sostienen que estudios en animales han servido para comprobar que se reduce el depósito de colesterol arterial. Otros estudios de laboratorio, sugieren que promueve la remoción o “limpieza” del colesterol desde las lesiones arteriales. Como si ello fuera poco, otros informes sostienen que las partículas de HDL poseen actividades antioxidantes y antiinflamatorias, procesos centrales en la formación de la placa de ateroma (que es la estructura que ocluye las arterias de diversos órganos y sistemas orgánicos). Por estas razones, es el componente del denominado lipidograma (estudio de los lípidos sanguíneos) que se espera que alcance niveles mayores, a diferencia de los restantes componentes (colesterol total, colesterol-LDL y triglicéridos), en los que se procura obtener valores más reducidos.
El colesterol-HDL, que normalmente constituye entre el 20% y el 30% del colesterol que circula por la sangre, está sujeto, en parte, a factores genéticos, que hacen que ciertos individuos posean cifras mayores que otros, aun manteniendo las mismas condiciones de estilo de vida.
Habitualmente, las mujeres tienden a presentar cifras más elevadas de colesterol-HDL, y se estima que alrededor de un tercio de los varones poseen cifras de colesterol-HDL por debajo de los 40 mg/dl (consideradas bajas), mientras que sólo un quinto de las mujeres se encuentra en situación similar.
Por otra parte, investigadores holandeses analizaron 60 estudios sobre este tema y concluyeron que la relación entre el colesterol total y el colesterol bueno (colesterol-HDL) es un mejor indicador de riesgo de enfermedad coronaria que la determinación exclusiva del colesterol-LDL(que es el que sigue el camino contrario y se deposita en las arterias).


Las cifras del riesgo y de la protección
Los investigadores sugieren que por cada descenso del 1% en las cifras de colesterol-HDL, el riesgo cardiovascular se incrementa en un 2% a 30%.
De este modo, no es de extrañar que los esfuerzos en el campo de la investigación médica se vuelquen al desarrollo de medicamentos que puedan reforzar las cifras sanguíneas de colesterol-HDL, como modo de reducir en forma notoria (80% a 90%) el riesgo de ataques cardíacos y accidentes cerebrovasculares.
Tener constancia y esperar
Tenga en cuenta que las mejorías de cambios alimentarios no actúan de manera instantánea como si fueran una medicación de salvataje frente a un problema agudo de la salud. Habitualmente, se requiere algo de tiempo (y perseverancia en el cambio) para notar los resultados positivos.
Consumo de alcohol
El alcohol es tan controvertido incluso que hay quienes opinan que no debe considerarse como un alimento sino como un tóxico; lo cierto es que el empleo de alcohol en la vida cotidiana es un hecho frecuente. Lo que los expertos destacan es la importancia de beber alcohol (si es que habitualmente lo hace…) con moderación. Si además de desear que su “colesterol bueno” se eleve, tiene que luchar contra valores elevados de triglicéridos, deje de lado por completo las bebidas que contengan alcohol. Otro tanto sucede frente a otras indicaciones médicas, tales como alteraciones o enfermedades hepáticas, trastornos neuropsiquiátricos, etc.
Ejercicio aeróbico
De acuerdo con normativas y pautas internacionales actuales, se considera que la práctica de por lo menos 30 minutos diarios de actividad física aeróbica (caminar, por ejemplo) pueden elevar el “colesterol bueno”, además de otras mejoras en los factores de riesgo cardiovascular (reducción de las cifras de presión arterial, disminución del peso corporal, atenuación del estrés, etc.)
Dejar de fumar
A través de un mecanismo aun no dilucidado, diversos investigadores en esta área sostienen que abandonar el tabaquismo puede favorecer los niveles de “colesterol bueno”. Reiteramos que, más allá de sus posibles efectos sobre el colesterol,   esta medida obviamente es una de las indicaciones médicas principales en pacientes con afecciones cardiovasculares (y en la comunidad en general).
Perder peso
Las opiniones de expertos internacionales incluyen al sobrepeso o la obesidad como una de las causas de bajos niveles de HDL-colesterol.
Por lo tanto, todas las medidas tendientes a   perder peso (cambios en la alimentación e incorporación de actividad física en sujetos sedentarios), no sólo sirven como prevención de otras afecciones crónicas como la diabetes, sino que contribuye a elevar los valores sanguíneos de “colesterol bueno”.
Como puede apreciarse, en esta y otras notas precedentes, se enfatizan medidas que, de uno u otro modo, hemos leído o escuchado, como referida a la prevención de afecciones cardiovasculares, diabetes mellitus, envejecimiento precoz, y otras de las denominadas enfermedades crónicas.
Por esta causa. ¿Qué mejor que hacer el intento por obtener esos cambios, en beneficio de la salud en general?

Dr. Pablo Corral.
Tel/Fax : (0223) 451-5475 / 451-6803
Rawson 1006.
Mar del Plata.
Argentina.

www.icm-mdp.com



No hay comentarios:

Publicar un comentario