Artículos para Pacientes. Dr. Pablo Corral

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Mar del Plata, Argentina
Dr. Pablo Corral. Especialista Jerarquizado Clínica Médica. www.icm-mdp.com

jueves, 7 de febrero de 2013

¿Tengo osteoporosis?


¿Tengo osteoporosis?
En pocas palabras, la osteoporosis es el adelgazamiento y debilitamiento de los huesos que todos sufrimos cuando envejecemos. Si este deterioro no se trata, el esqueleto termina por ser sumamente frágil y algunos huesos tienden a romperse (o fracturarse) con traumatismos muy pequeños.
Aunque el proceso de pérdida ósea se produce poco a poco desde la mitad de la treintena, es tan lento que puede pasar mucho tiempo antes de que nos demos cuenta. En general, las mujeres corren mayor riesgo de osteoporosis que los varones. Ello se debe a que después de la menopausia las mujeres sufren una rápida pérdida de hueso, como consecuencia del descenso de la formación de estrógenos.
La pérdida de hueso suele ser un proceso indoloro hasta que se produce una fractura. Por ello, es frecuente que las mujeres ignoren que sufren osteoporosis hasta que, de repente, sufren una fractura inesperada y dolorosa cuando tienen 50, 60 ó 70 años. El modo más común en que una mujer puede descubrir que tiene osteoporosis es cuando sufre una fractura de muñeca o de cadera tras una caída aparentemente menor. Otras mujeres pierden talla, desarrollan una joroba dorsal u observan que la ropa ya no les queda bien a medida que envejecen. Ello sucede cuando las vértebras (los huesos que forman la columna vertebral) son tan frágiles que un movimiento diario normal, como toser o levantar un peso, hace que se colapsen. Este colapso también puede ser muy doloroso. Las fracturas osteoporóticas, especialmente las de la cadera y la columna vertebral, producen muchas veces dolor e invalidez. Mientras que la fractura de muñeca suele curar sin apenas deformidad residual, muchas pacientes no se recuperan por completo de una fractura de cadera o vertebral. La discapacidad resultante puede influir en la capacidad de la persona para trabajar o cuidar de su familia, y puede ser tan grave que la obligue a depender de otras personas.
Después de la menopausia, casi todas las mujeres corren un riesgo mayor de osteoporosis, aunque ciertos factores relacionados con la forma de vida, la herencia o la enfermedad pueden aumentar ese riesgo. Estas páginas de la red le ayudarán a identificar los factores que pueden aumentar el riesgo de desarrollar osteoporosis y los cambios de su forma de vida que pueden contribuir a reducir ese riesgo. En caso necesario, su médico comentará con usted otras opciones existentes para prevenir y tratar la os¿Quién corre el riesgo de sufrir osteoporosis? 
Menopausia 
Las mujeres corren mayor riesgo de desarrollar osteoporosis que los varones. Ello no significa que todas las mujeres vayan a sufrir la enfermedad, sólo que la frecuencia de ésta es mayor en la mujer.
Después de la menopausia, los ovarios dejan de producir las hormonas femeninas, los estrógenos, que son importantes para mantener la resistencia de los huesos. Sin ellos, el hueso pierde calcio (uno de sus componentes más importantes). Si la menopausia ha sido especialmente precoz (por ejemplo, antes de los 45 años), los huesos habrán perdido mucho antes el efecto beneficioso de los estrógenos, y es muy probable que el riesgo de osteoporosis sea mayor.
La cantidad de estrógenos del cuerpo puede disminuir también por motivos distintos a la menopausia. Si, por ejemplo, se le ha sometido a una histerectomía con extirpación de los ovarios, es probable que sus niveles de estrógenos sean muy bajos y que el riesgo de osteoporosis sea superior al normal.
Tabaco y alcohol 
Todos conocemos los riesgos para la salud asociados al tabaco y al abuso de alcohol. Además de todos los demás problemas que pueden causar, el tabaco y el consumo elevado constante de alcohol también pueden menoscabar la capacidad del cuerpo para conservar unos huesos normales y sanos.
El tabaco acelera la velocidad de pérdida de hueso, aumentando las probabilidades de sufrir osteoporosis.
Falta de ejercicio
La fuerza de los huesos depende en parte de las exigencias físicas a que son sometidos. Igual que los músculos se debilitan cuando no se usan, los huesos necesitan cierta cantidad de ejercicio para mantenerse sanos y fuertes. Las personas que deben permanecer en cama o en una silla de ruedas, o que llevan vidas muy sedentarias, tienen un mayor riesgo de sufrir osteoporosis.
Dieta 
¡Somos lo que comemos! Ello es verdad hasta cierto punto... sobre todo en lo que se refiere a conservar unos huesos sanos. La ingesta de cantidades insuficientes de calcio impide al cuerpo obtener las materias primas que necesita para mantener la masa y la fuerza de los huesos. Toda persona con una nutrición insuficiente o que consuma cantidades escasas de alimentos ricos en calcio, como los productos lácteos y las hortalizas frescas, puede correr un mayor riesgo de osteoporosis. Además, a medida que envejecemos cambia la cantidad de calcio que nuestro cuerpo necesita. Por ejemplo, se recomienda que los niños, los adolescentes, las mujeres que den el pecho y las mujeres posmenopáusicas tomen mayores cantidades de calcio.
Cuando envejecemos, debemos hacernos más conscientes de lo que comemos, ya que la capacidad de nuestro aparato digestivo para absorber las vitaminas y minerales importantes contenidas en los alimentos es cada vez menor. Por tanto, es a menudo fácil que los ancianos sufran desnutrición, incluso aunque crean seguir una dieta adecuada.
Antecedentes familiares y personales
Si su madre o su abuela sufrieron osteoporosis, es más probable que usted tenga un riesgo mayor de sufrirla. ¿Cómo puede averiguarse la existencia de osteoporosis en una familia? En primer lugar, puede haber sido diagnosticada por un médico. Puesto que la osteoporosis puede estar presente durante muchos años sin causar signos ni síntomas evidentes, puede tener familiares que la sufran sin saberlo. También es posible que esos parientes muestren los signos típicos del trastorno, como fracturas después de un traumatismo menor, espalda encorvada o pérdida de talla.
Algunos problemas médicos, como una glándula tiroides excesivamente activa, una enfermedad del hígado o la anorexia nerviosa, pueden producir osteoporosis. Además, ciertos medicamentos, como los corticoides, pueden tener efectos perjudiciales en los huesos cuando se utilizan durante mucho tiempo. Los corticoides suelen usarse en el tratamiento a largo plazo del asma y de otros procesos, como la artritis reumatoide. Si ha tomado esteroides, debe tratar este tema con su médico.
Fracturas previas 
Una fractura anterior, sobre todo de la cadera, la muñeca o la columna vertebral, producida a consecuencia de un traumatismo pequeño puede indicar que sus huesos ya están debilitados. En ese caso, la probabilidad de otras fracturas, o quizá de una nueva fractura del mismo hueso, podría ser mayor. Su médico le indicará cómo puede intentar reducir la probabilidad de nuevas fracturas.
Bajo peso corporal 
Las mujeres demasiado delgadas podrían correr mayor riesgo de osteoporosis. Ello se debe a que desde el principio su esqueleto es más pequeño. Cuando los huesos empiezan a adelgazar y se debilitan después de la menopausia, alcanzan un estado en el que tienden a romperse con más facilidad que los de las mujeres de constitución normal.

¿Que puede hacer para prevenir la osteoporosis? 
Cambie de costumbres
Hoy sabemos muchas cosas sobre la forma de mejorar nuestra salud y gran parte de esta información puede aplicarse a los huesos.
  • Deje de fumar
    Si no ha dejado ya de fumar para proteger sus pulmones, su corazón y su circulación, la osteoporosis es otra razón para hacerlo. Hay muchas maneras de hacer más fácil el abandono del tabaco, y su médico podrá aconsejarle la mejor en su caso.
  • Reduzca el consumo de alcohol
    El consumo de pequeñas cantidades de alcohol no es malo, pero si bebe regularmente, puede estar aumentando su riesgo de osteoporosis. Su médico poderá indicarle si necesita reducir el consumo de alcohol y aconsejarle la mejor forma de conseguirlo.
Ejercicio
El ejercicio regular ayuda a evitar la pérdida de hueso, y es bueno para el corazón. No hay que hacer ejercicios enérgicos para lograr estos fines. Lo más importante es hacerlo con regularidad. Un paseo diario con el perro es mucho mejor que un partido de tenis una vez por semana. La clave es no hacer esfuerzos excesivos al principio, sobre todo si hace bastante tiempo que no se ejercita. Incluso aunque no pueda salir de casa, o ya tenga osteoporosis, siempre habrá algunos ejercicios sencillos que pueda hacer. Debe consultar a su médico antes de empezar cualquier programa de ejercicios.
El calcio de la dieta
Una de las formas más fáciles de prevenir la osteoporosis es tener un esqueleto fuerte. Hay que asegurarse de que los niños reciban mucho calcio en la dieta para garantizarles unos huesos resistentes. Los huesos dejan de crecer a partir de los 20 ó 30 años, pero hay muchas pruebas que demuestran que es importante mantener una ingesta de calcio adecuada a todas las edades.
Los alimentos siguientes son ricos en calcio:

 Leche
 770 mg/500 ml (entera o desnatada)
Queso
 760 mg/100 g
 Yogur
 150 mg/100 g
 Pan
 7,5 a 45 mg/rebanada 
 Sardinas
 400 mg/100 g
 Brócoli
 100 mg/100 g
 Huevos
 27 mg/unidad


También son ricos en calcio el salmón; todos los productos lácteos, incluidos los helados; las espinacas y los cacahuetes. Se aconseja una ingesta diaria de 1000 mg de calcio en la mayoría de los adultos, aunque en las mujeres posmenopáusicas quizá deba aumentarse la ingesta diaria a 1500 mg.
Si no recibe la cantidad adecuada de calcio con la dieta, el médico podrá aconsejarle las medidas adecuadas.
 
Tratamiento
¿Qué debe hacer si ya tiene osteoporosis? 
Debe hablar con su médico acerca de los posibles tratamientos del trastorno. Tal vez sea posible evitar un mayor debilitamiento de los huesos. Todas las medidas que tome para prevenir la osteoporosis contribuirán también a retrasar el avance de la enfermedad

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