Artículos para Pacientes. Dr. Pablo Corral

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Mar del Plata, Argentina
Dr. Pablo Corral. Especialista Jerarquizado Clínica Médica. www.icm-mdp.com

martes, 5 de febrero de 2013

¿Qué es la gota?


¿Qué es la gota?


La gota es una forma común y dolorosa de artritis. Produce hinchazón, enrojecimiento, calor y rigidez en las articulaciones. La gota ocurre cuando se acumula ácido úrico en la sangre. Esto sucede si el cuerpo produce demasiado ácido o éste no se elimina adecuadamente, o si se consumen demasiados alimentos con purinas, tales como hígado y legumbres secas. La pseudogota tiene síntomas parecidos y a veces se confunde con la gota. Sin embargo, es causada por fosfato de calcio y no por ácido úrico.
Con frecuencia, la gota ataca primero el dedo gordo del pie. También puede atacar los tobillos, los talones, las rodillas, las muñecas, los dedos y los codos.

¿Cual es la causa?
La gota es causada por la acumulación excesiva de ácido úrico en el cuerpo. El ácido úrico surge por la descomposición de unas sustancias llamadas purinas. Las purinas se encuentran en todos los tejidos del cuerpo. También se encuentran en muchos alimentos tales como el hígado, los frijoles y en las anchoas.
Normalmente, el ácido úrico se disuelve en la sangre, pasa por los riñones y sale del cuerpo en la orina.
El ácido úrico puede acumularse en la sangre cuando:
         el cuerpo aumenta la cantidad de ácido úrico que produce
         los riñones no eliminan suficiente ácido úrico
         se consumen muchos alimentos ricos en purinas.

Es más probable que usted padezca de gota si:
         tiene familiares con esta enfermedad
         es hombre
         tiene sobrepeso
         toma demasiado alcohol
         come demasiados alimentos ricos en purinas
         tiene una enzima defectuosa que hace difícil que su cuerpo descomponga las purinas
         está expuesto al plomo en el medioambiente
         ha tenido un transplante de órgano
         toma medicamentos tales como diuréticos, aspirina, ciclosporina o levodopa
         toma la vitamina niacina.

¿Cuales son los síntomas de la gota?

         Síntomas de ataques de gota aguda:

Los síntomas se desarrollan repentinamente y por lo regular comprometen sólo una o unas pocas articulaciones. Las articulaciones del dedo gordo del pie, la rodilla o el tobillo resultan afectadas con mayor frecuencia.
El dolor frecuentemente empieza durante la noche y a menudo se describe como pulsátil, opresivo o insoportable.
La articulación aparece caliente y roja. Por lo general está muy sensible (duele al ponerle una sábana o frazada encima).
Puede haber fiebre.
El ataque puede desaparecer en varios días, pero puede retornar de vez en cuando. Los ataques adicionales por lo regular duran más tiempo.

         Después de un primer ataque de gota, las personas no tendrán ningún síntoma.
Algunas personas pasarán meses o incluso años entre los ataques de gota. Otros pueden desarrollar artritis gotosa crónica, pero otras pueden no tener ningún ataque posterior. Aquéllas con artritis crónica desarrollan deformidades articulares y pérdida de movimiento en las articulaciones e igualmente tendrán dolor articular y otros síntomas la mayor parte del tiempo.
Los tofos son protuberancias debajo de la piel alrededor de las articulaciones o en otros lugares que pueden drenar un material blanquecino. Los tofos por lo regular se desarrollan sólo después de que un paciente haya tenido la enfermedad durante muchos años.
Después de un ataque de gota, más de la mitad de las personas tendrá otro ataque.

¿Cómo se diagnostica?
La gota no se puede diagnosticar con un simple análisis de sangre, ya que mucha gente tiene niveles elevados de ácido úrico en la sangre, pero nunca desarrollan la enfermedad de la gota. Mejor, la gota se diagnostica del fluido de la articulación inflamada. Dicho fluido se observa debajo del microscopio para detectar los cristales de urato de sodio.
El fluido se saca por medio de una punción con aguja de la articulación inflamada (procedimiento llamado artrocentesis). Sacar el fluido puede reducir la presión en la articulación y en consecuencia reducir el dolor. El no hallar estos cristales no necesariamente descarta el diagnóstico de gota. Ocasionalmente no se encuentran cristales la primera vez, pero si se encuentran so se saca más fluido en otro momento durante un ataque posterior.
Como la gota puede causar dolor crónico de la articulación e involucrar otras articulaciones, es extremadamente importante que se haga un diagnóstico exacto. Así, su médico puede recetarte el tratamiento apropiado.

¿Cómo se trata la gota?
Tradicionalmente, el tratamiento para los casos agudos de gota ha consistido en la administración de colchicina, que puede ser eficaz si se la administra en la etapa inicial del ataque. Sin embargo, la colchicina puede provocar náuseas, vómitos, diarrea y otros efectos colaterales. Las dosis pueden tolerarse mejor si son bajas y deben reducirse en pacientes con trastornos renales. Los antiinflamatorios no esteroides (AINE) son medicamentos “similares a la aspirina” que pueden aliviar la inflamación y el dolor en las articulaciones y otros tejidos. Los AINE, incluidos la indometacina y el naproxeno, se han adoptado como la mejor opción para el tratamiento de la mayoría de los ataques agudos de gota. No se ha comprobado que un AINE en particular sea mejor que otro. El alivio más rápido de los síntomas se logra mediante altas dosis de AINE de acción rápida. Si bien estos medicamentos pueden provocar irritación estomacal, úlceras o diarrea, suelen tener buena tolerancia si se los administra durante un corto plazo.
Algunas personas no pueden tomar antiinflamatorios no esteroides debido a otros trastornos médicos, tales como úlceras o problemas renales, o al uso de anticoagulantes. Los corticosteroides son opciones importantes en pacientes que no pueden tomar AINE o colchicina. Su administración, ya sea por vía oral o mediante inyecciones intramusculares o en la articulación, puede ser muy eficaz para el tratamiento de los ataques de gota. El descanso de la articulación afectada y la aplicación de compresas frías en el área también pueden ayudar a aliviar el dolor.
En los pacientes que sufren ataques reiterados de gota, hiperuricemia, tofos o cálculos renales, se debería considerar la necesidad de tomar medidas para normalizar los niveles de ácido úrico en sangre. El probenecid ayuda a los riñones a eliminar el ácido úrico. El alopurinol bloquea la producción de ácido úrico y es el agente más utilizado para normalizar los niveles sanguíneos. En la actualidad, se están desarrollando otros agentes para normalizar los niveles de ácido úrico.
Lo que funciona bien para una persona puede no funcionar tan bien para otra. Por esta razón, las decisiones sobre cuándo comenzar el tratamiento y qué medicamentos utilizar deben tomarse de acuerdo a cada paciente en particular y dependen de la función renal y otros factores. Una vez definido el uso de ciertos agentes para reducir los niveles de ácido úrico, la terapia debería incrementarse en forma gradual hasta que los niveles se encuentren por debajo de los 6 mg/dl, una concentración que permite la disolución de los cristales.
Se debe reducir o eliminar la ingesta de alcohol. Las dietas que limitan los alimentos con un alto contenido de purinas (sustancias presentes en la carne y ciertos tipos de mariscos o bebidas ricas en fructosa) pueden ayudar en los casos difíciles. En casi todos los casos, el tratamiento contra la gota puede ser satisfactorio en la eliminación gradual de los ataques y la reducción de la cantidad y el tamaño de los tofos.

¿Como se puede prevenir?
La enfermedad en sí no se puede prevenir, pero usted puede evitar cosas que desencadenen los síntomas. Lograr el control de las comorbilidades, modificaciones del estilo de vida como limitar el consumo de alcohol y consumir una dieta baja en purinas y utilizar medicamentos para controlar la hiperuricemia.

Dr. Pablo Corral.
Tel/Fax : (0223) 451-5475 / 451-6803
Rawson 1006.
Mar del Plata.
Argentina.

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