Una guía elaborada por expertos en nutrición
Cómo leer las etiquetas de los alimentos
Esta semana entra en vigor una reglamentación que estandariza la información nutricional de estos
Los alimentos envasados tienen nuevas etiquetas. A partir de esta semana entró en vigor una resolución del Mercosur que exige a las empresas que comercializan alimentos envasados
que especifiquen en las etiquetas la información nutricional, mediante una ficha que incluya el contenido de hidratos de carbono, proteínas, grasas totales, grasas saturadas, grasas
trans, fibra alimentaria y sodio.
La medida es de aplicación obligatoria ya que “la ley establece para quienes no la cumplen sanciones que van desde multas, suspensión de la autorización para comercializar, decomiso
de las mercaderías hasta la clausura del establecimiento”, según anuncia Elizabeth Kleiman, integrante del área de normativa de área de normativa de la Dirección Nacional de Alimentos, organismo dependiente de la Secretaría de Agricultura, Ganadería, Pesca y Alimentos de la Nación, encargada de coordinar la fiscalización sobre el cumplimiento de la norma.
“El nuevo rotulado nutricional ayuda al consumidor a identificar en cada producto el contenido de nutrientes, para elegir aquellos alimentos que contribuyan a una alimentación más saludable. Permite, además, comparar entre productos similares, para elegir los que más le convienen”, comenta Raúl Uicich, bioquímico especialista en nutrición, del Centro de Estudios Sobre Nutrición Infantil (Cesni).
La información suministrada en las etiquetas se divide en cuatro áreas: tamaño de la porción, valor energético, porcentaje de valor diario y aporte de nutrientes. ¿Cómo leer cada una de estas áreas?
Porción
Es la cantidad de alimento que debería ser consumida en cada ocasión, ocasión, para mantener una alimentación saludable. El tamaño de la porción fue establecido a partir de las necesidades nutricionales básicas y fue elaborado, como toda la información del nuevo rotulado, pensando en una dieta básica de 2000 calorías diarias. En las nuevas etiquetas aparece en gramos o mililitros y su correlato en medidas caseras, como por ejemplo una taza de té o un vaso (que equivalen a 200 ml), o una cuchara sopera (que corresponde a
10 ml). La porción es un factor definitorio, porque toda la información posterior se refiere a esa cantidad de alimento.
Valor diario
En la etiqueta aparece como % VD, y es la cantidad de cada nutriente que se recomienda consumir cada recomienda consumir cada día. El porcentaje indica cuál es la contribución
de una porción de ese alimento al valor diario recomendado.
“Si bien parece tedioso estar haciendo cuentas para alimentarnos, nos ayuda mucho a la hora de elegir los productos”, explica Alicia Rovirosa, nutricionista y bioquímica especialista en nutrición, del Cesni.
Y ofrece un ejemplo: “Si consumimos una porción de manteca de 10 g (una cucharada sopera), que aporta 5 g de grasas saturadas (23% del VD), significa que durante el resto del día deberíamos incluir sólo 15 g más de grasas saturadas, para no superar el valor diario recomendado. Si un día uno consume algo que le gusta, por ejemplo chocolate –que tiene un alto contenido de energía y grasa–, para completar la dieta tendrá que elegir otros productos bajos en energía y en grasas para compensar el exceso”.
Valor energético
Indica cuánta energía se obtiene al consumir una porción del alimento. “Todos nosotros necesitamos energía para vivir que obtenemos a partir del consumo de alimentos. Existe una cantidad que nuestro organismo utiliza para las funciones vitales como la respiración, la circulación sanguínea, etcétera. Esa energía basal se gasta aun cuando estemos sin
movernos, pero a ella debemos sumar el gasto inherente al requerido por la actividad física”, comenta el doctor Uricich. Este gasto varía de acuerdo con distintas variables, entre ellas la edad y el sexo.
En los nuevos rótulos figura cuánta energía aporta una porción del alimento, expresado en kilocalorías (Kcal) y kilojoules (kJ). La equivalencia es la siguente: 1 kcal=4,18 kJ. Cada persona debe realizar su propia cuenta, para sumar, durante el día, la cantidad de calorías que necesita consumir. Pero Uicich advierte: “La ingesta de energía por encima de los requerimientos, si se realiza de forma prolongada, se almacena y conduce al sobrepeso”.
Nutrientes
Las etiquetas deben especificar el contenido por porción de hidratos de carbono, proteínas, grasas totales, totales, grasas saturadas, grasas trans, fibra alimentaria y sodio.
La gran novedad radica en las grasas trans, que luego del boom dietético que las había convertido en la gran promesa alimentaria cayeron en desgracia, ya que el proceso de
hidrogenado al que es sometido el aceite vegetal original lo convierte en tan nocivo como a las grasas saturadas.
“Para la ingesta de grasas saturadas hay un límite establecido que es de 22 gramos por día, en cambio para las grasas trans todavía no existe una cantidad estipulada”, comenta Robirosa.
“Sin embargo, la Organización Mundial de la Salud (OMS) recomienda limitar su consumo a menos del 1% de la energía consumida diariamente. Para una dieta de 2000 kcal esto significa consumir un máximo de 2,2 gramos diarios”, agrega el especialista.
Objetivos de la norma
Identificar los mejores productos para cumplir con una alimentación saludable es el objetivo principal de la norma que comienza a ser aplicada esta semana. Pero la utilidad, en definitiva, será definida por cada consumidor.
“En general se dice que no hay alimentos malos o buenos, sino que hay dietas malas o buenas. Nosotros preferimos decir que hay alimentos que pueden consumirse diariamente y otros que pueden consumirse ocasionalmente, y dentro de éstos algunos más frecuentemente que otros.
Aprender a leer la información brindada permitirá al usuario elegir mejor sus alimentos”, concluyen los profesionales del Cesni.
Dónde consultar:
Dirección Nacional de Alimentos: www.alimentosargentinos.gov.ar/programa_calidad/Marco_Regulatorio/Guia_rotulados/guia_%20de_rotulados.htm
Secretaría de Defensa del Consumidor:
www.mecon.gov.ar/secdef/basehome/precios/alimentos/info_nutricional_1.pdf
Centro de Estudios Sobre Nutrición Infantil (Cesni): www.cesni.org.ar
que especifiquen en las etiquetas la información nutricional, mediante una ficha que incluya el contenido de hidratos de carbono, proteínas, grasas totales, grasas saturadas, grasas
trans, fibra alimentaria y sodio.
La medida es de aplicación obligatoria ya que “la ley establece para quienes no la cumplen sanciones que van desde multas, suspensión de la autorización para comercializar, decomiso
de las mercaderías hasta la clausura del establecimiento”, según anuncia Elizabeth Kleiman, integrante del área de normativa de área de normativa de la Dirección Nacional de Alimentos, organismo dependiente de la Secretaría de Agricultura, Ganadería, Pesca y Alimentos de la Nación, encargada de coordinar la fiscalización sobre el cumplimiento de la norma.
“El nuevo rotulado nutricional ayuda al consumidor a identificar en cada producto el contenido de nutrientes, para elegir aquellos alimentos que contribuyan a una alimentación más saludable. Permite, además, comparar entre productos similares, para elegir los que más le convienen”, comenta Raúl Uicich, bioquímico especialista en nutrición, del Centro de Estudios Sobre Nutrición Infantil (Cesni).
La información suministrada en las etiquetas se divide en cuatro áreas: tamaño de la porción, valor energético, porcentaje de valor diario y aporte de nutrientes. ¿Cómo leer cada una de estas áreas?
Porción
Es la cantidad de alimento que debería ser consumida en cada ocasión, ocasión, para mantener una alimentación saludable. El tamaño de la porción fue establecido a partir de las necesidades nutricionales básicas y fue elaborado, como toda la información del nuevo rotulado, pensando en una dieta básica de 2000 calorías diarias. En las nuevas etiquetas aparece en gramos o mililitros y su correlato en medidas caseras, como por ejemplo una taza de té o un vaso (que equivalen a 200 ml), o una cuchara sopera (que corresponde a
10 ml). La porción es un factor definitorio, porque toda la información posterior se refiere a esa cantidad de alimento.
Valor diario
En la etiqueta aparece como % VD, y es la cantidad de cada nutriente que se recomienda consumir cada recomienda consumir cada día. El porcentaje indica cuál es la contribución
de una porción de ese alimento al valor diario recomendado.
“Si bien parece tedioso estar haciendo cuentas para alimentarnos, nos ayuda mucho a la hora de elegir los productos”, explica Alicia Rovirosa, nutricionista y bioquímica especialista en nutrición, del Cesni.
Y ofrece un ejemplo: “Si consumimos una porción de manteca de 10 g (una cucharada sopera), que aporta 5 g de grasas saturadas (23% del VD), significa que durante el resto del día deberíamos incluir sólo 15 g más de grasas saturadas, para no superar el valor diario recomendado. Si un día uno consume algo que le gusta, por ejemplo chocolate –que tiene un alto contenido de energía y grasa–, para completar la dieta tendrá que elegir otros productos bajos en energía y en grasas para compensar el exceso”.
Valor energético
Indica cuánta energía se obtiene al consumir una porción del alimento. “Todos nosotros necesitamos energía para vivir que obtenemos a partir del consumo de alimentos. Existe una cantidad que nuestro organismo utiliza para las funciones vitales como la respiración, la circulación sanguínea, etcétera. Esa energía basal se gasta aun cuando estemos sin
movernos, pero a ella debemos sumar el gasto inherente al requerido por la actividad física”, comenta el doctor Uricich. Este gasto varía de acuerdo con distintas variables, entre ellas la edad y el sexo.
En los nuevos rótulos figura cuánta energía aporta una porción del alimento, expresado en kilocalorías (Kcal) y kilojoules (kJ). La equivalencia es la siguente: 1 kcal=4,18 kJ. Cada persona debe realizar su propia cuenta, para sumar, durante el día, la cantidad de calorías que necesita consumir. Pero Uicich advierte: “La ingesta de energía por encima de los requerimientos, si se realiza de forma prolongada, se almacena y conduce al sobrepeso”.
Nutrientes
Las etiquetas deben especificar el contenido por porción de hidratos de carbono, proteínas, grasas totales, totales, grasas saturadas, grasas trans, fibra alimentaria y sodio.
La gran novedad radica en las grasas trans, que luego del boom dietético que las había convertido en la gran promesa alimentaria cayeron en desgracia, ya que el proceso de
hidrogenado al que es sometido el aceite vegetal original lo convierte en tan nocivo como a las grasas saturadas.
“Para la ingesta de grasas saturadas hay un límite establecido que es de 22 gramos por día, en cambio para las grasas trans todavía no existe una cantidad estipulada”, comenta Robirosa.
“Sin embargo, la Organización Mundial de la Salud (OMS) recomienda limitar su consumo a menos del 1% de la energía consumida diariamente. Para una dieta de 2000 kcal esto significa consumir un máximo de 2,2 gramos diarios”, agrega el especialista.
Objetivos de la norma
Identificar los mejores productos para cumplir con una alimentación saludable es el objetivo principal de la norma que comienza a ser aplicada esta semana. Pero la utilidad, en definitiva, será definida por cada consumidor.
“En general se dice que no hay alimentos malos o buenos, sino que hay dietas malas o buenas. Nosotros preferimos decir que hay alimentos que pueden consumirse diariamente y otros que pueden consumirse ocasionalmente, y dentro de éstos algunos más frecuentemente que otros.
Aprender a leer la información brindada permitirá al usuario elegir mejor sus alimentos”, concluyen los profesionales del Cesni.
Dónde consultar:
Dirección Nacional de Alimentos: www.alimentosargentinos.gov.ar/programa_calidad/Marco_Regulatorio/Guia_rotulados/guia_%20de_rotulados.htm
Secretaría de Defensa del Consumidor:
www.mecon.gov.ar/secdef/basehome/precios/alimentos/info_nutricional_1.pdf
Centro de Estudios Sobre Nutrición Infantil (Cesni): www.cesni.org.ar
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