Artículos para Pacientes. Dr. Pablo Corral

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Mar del Plata, Argentina
Dr. Pablo Corral. Especialista Jerarquizado Clínica Médica. www.icm-mdp.com

miércoles, 6 de febrero de 2013

¿Seguir fumando o aumentar de peso?


¿Seguir fumando o aumentar de peso?
Raúl quería dejar de lado el cigarrillo, esa pesada compañía que poseía desde su adolescencia. Sin embargo, el temor a aumentar de peso le impedía dar los primeros pasos en pos de este objetivo. Como muchas otras personas había escuchado comentarios y observado en sus propios amigos y compañeros, que quienes habían dejado el cigarrillo inexorablemente engordaban, muchas veces incluso hasta niveles que eran riesgosos para la salud.
Enfrentado a la disyuntiva de “fumar o engordar”, y considerando a ambas igualmente nocivas para la salud, Raúl no terminaba de tomar la decisión de abandonar el cigarrillo. 
Afrontando los temores
Si bien existen publicaciones que señalan que el abandonar el cigarrillo puede asociarse con incrementos del peso corporal de hasta 9 kg, particularmente durante el primer año de abstinencia, otras publicaciones más serias y minuciosas han demostrado que si bien puede registrarse un incremento del peso corporal en los primeros 6 meses, muchas personas pueden, sin mayores esfuerzos retornar a su peso previo al cumplirse el primer año de los pulmones libres de humo.
El “truco” para evitar esos desbordes del peso cuando se abandona el hábito de fumar parece radicar en la práctica de ejercicio físico. Una investigación estadounidense sobre el aumento de peso corporal al dejar de fumar, demostró que el incremento en la actividad física es un elemento clave para evitar ese temido aumento. Se trató de una experiencia llevada a cabo sobre 9.000 mujeres, en el que se observó que los mayores beneficios se registraron entre quienes consumían menos cantidad de cigarrillos. Los investigadores demostraron que en las fumadoras consideradas como “moderadas” (hasta 24 cigarrillos diarios) la práctica de 1 a 2 horas de actividad deportiva por semana se tradujo en un incremento inicial de peso de sólo 2,2 kg. Mientras tanto, en el caso de las “grandes” fumadoras (más de 25 cigarrillos diarios), aunque la actividad física fue igualmente beneficiosa, los incrementos ponderales fueron de por lo menos el doble de los alcanzados por las anteriores.
Parte del incremento de peso que se produce al dejar de fumar tiene que ver con la reducción del efecto de la nicotina en el cuerpo; esa nociva sustancia tiene un efecto parecido al de la cafeína, que estimula ligeramente el metabolismo. El acto de fumar reduce además el apetito y calma muchos cuadros de ansiedad oral, que al abandonar el hábito son reemplazados inicialmente por el mayor consumo de alimentos.
Este último mecanismo sería el factor más importante en el aumento del peso corporal entre quienes dejan el cigarrillo. Se ha podido comprobar que en el 70% de los casos de aumento del peso entre quienes dejaron de fumar se explica por un incremento notorio en la ingesta de calorías. En una investigación en mujeres los autores constataron que el consumo de alimentos y bebidas en este grupo se había incrementado en 227 calorías por día.
Los cinco pasos para evitar el aumento de peso
No queda duda que dejar de fumar debe ser un objetivo prioritario, y que los beneficios que produce superan en mucho los riesgos de un posible aumento de peso. Pero también es cierto que por la salud y por atendibles razones de estética no es conveniente engordar. Por ese motivo le proponemos un plan de 5 pasos para poder superar esta dura prueba:
1. Inicie la práctica de algún tipo de actividad física con regularidad, dedicándole más de 2 horas por semana.
2. Dentro de la actividad física puede ser conveniente que incluya ejercicios de fortalecimiento muscular (aproximadamente 25 minutos en cada sesión) para evitar la pérdida de masa corporal que se ve en todos los adultos sedentarios. Al no perder masa muscular se está colaborando, además, con el logro de un metabolismo más activo.
3. Una semana antes de dejar de fumar anote en un registro diario todo lo que consume a lo largo de una jornada.
4. Al dejar de fumar, continúe con el registro. Luego de una semana compare los registros previos con los posteriores a haber dejado el cigarrillo e identifique (pídale auxilio a un nutricionista si le resulta difícil) los cambios de la alimentación y los momentos del día en los que se produjeron.
5. Póngase firme con su voluntad en los momentos más críticos; tenga a mano una fruta o alguna colación baja en calorías para esas circunstancias. Lo más importante: no se desanime y solicite la ayuda profesional que necesite.

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